La llegada del buen tiempo implica que busquemos estar en el exterior, ya sea para disfrutar de los rayos del sol o bien para intentar buscar un soplo de aire fresco en los aquellos días de calor insoportable. Ante este escenario, contar con un espacio fuera de las paredes habituales hace que tengamos un pequeño tesoro en nuestras manos.
Por ello, es recomendable poder seguir una serie de consejos, de recomendaciones o de trucos para amueblar una terraza pequeña (o de un tamaño mayor) para sacarle todo el rendimiento posible. Sea como refugio, espacio para el ocio, la charla, la gastronomía…
La decoración de terrazas pequeñas es un mundo en sí misma, con sus retos y sus grandes satisfacciones.
Aunque es evidente que una terraza muy, muy reducida puede por lógica acortar el número de posibilidades, hay que quitarse prejuicios de encima y buscar soluciones que nos puedan permitir darle una vida que no habríamos pensado a ese rincón de la casa que desde finales de otoño y durante el invierno permanece casi olvidada.
Amueblar una terraza en un ático
Si contamos con una terraza en un ático las posibilidades se amplían de manera totalmente exponencial. Con una oportunidad así, un cenador moderno que quite el sol directo es casi obligatorio para sacarle todo el rendimiento.
De igual forma, es necesario contar con puntos de luz artificial, tanto funcional como decorativa, teniendo posibilidades y opciones que se adaptan a gran cantidad de estilos.
Ambientes
En espacios reducidos puede resultar difícil generar dos ambientes diferentes, por lo que puede resultar contraproducente para nuestros intereses. Sin embargo, jugando con la distribución de los muebles y de los materiales o la pintura, se pueden crear sin generar grandes brechas o discordancias.
Siempre que haya posibilidad de crearlos, hay que apostar por ello. Al fin y al cabo, la terraza no va a tener un único uso. Es decir, puede ser el lugar habitual para cenar e incluso charlas en torno a una mesa. Sin embargo, una vez acabe ese momento, puede resultar útil tener algo más que una mesa y unas sillas.
Por eso, muebles como sofás o baúles pueden crear una atmósfera propicia para alargar la sobremesa (diurna o nocturna) en un espacio más adecuado a la comodidad y el ambiente distendido y más dinámico.
Pocos metros, muchas ideas
La escasez siempre suele servir para espolear nuestra imaginación, y ante la escasez de metros hay que recurrir a la variedad de ideas. Para todo: para economizar espacio, para aprovechar rincones y para ganar huecos. Nada sobra cuando necesitamos dar con la clave para crear un espacio a nuestro gusto, que no resulte recargado pero que a la vez sea útil.
De esta forma, las opciones pueden pasar por bien recurrir a muebles plegables, como sillas o mesas extensibles, que encierren en sí mismas un as en la manga. Una aparente mesa diminuta puede acoger a seis personas. Es una opción.
En el caso de los baúles, su interior va a servir como rincón de almacenaje. Pero es que los sofás, si el diseño es adecuado, también pueden servir para acoger los elementos decorativos cuando ya no sea la temporada o para ayudarnos a tener más opciones en los meses de mayor uso.
El toque vegetal
Una terraza, con arreglo a su tamaño, nos va a pedir que, además de amueblarla, introduzcamos una pizca vegetal, bien para que el toque sea puramente verde o de colorido a través de las flores. Soportes colgantes permitirán una mayor flexibilidad y colocarlos a nuestro antojo.
Materiales
Al amueblar una terraza pequeña para el verano hay que tener en cuenta qué materiales vamos a utilizar. Tienen que ser superficies que resulten lo más cómodas posibles y que, al mismo tiempo, aporten frescura, principalmente con sus acabados y líneas.
Las posibilidades son muy amplias, desde elementos clásicos que han recuperado presencia, como el mimbre, a otros más polivalentes como el ratán, la resina o la madera. Esta tendrá que ser resistente a la intemperie o aplicarle tratamientos adicionales.
Colores
Los colores van a ser fundamentales y más a la hora de cómo decorar una terraza pequeña. En este caso, la máxima que dice que el blanco aporta amplitud en los interiores también es perfectamente extrapolable al exterior.
Para dar una chispa de vida, con otras tonalidades, la madera se puede pintar y también puede haber energía en los tejidos, que den pequeños detalles e insuflen tonos amarillos, azules claros o verdes.
Y si buscas el consejo profesional de decoradores de interiores para amueblar tu terraza pequeña para el verano, en rústica&ambientes podemos ayudarte.
